Cuando la abertura es lo suficientemente grande como para permitir el paso de líquido, el resultado es un hidrocele comunicante.
Cuando el cierre ocurre proximalmente pero el líquido permanece atrapado distalmente, el resultado es un hidrocele no comunicante*.
La reparación de los hidroceles generalmente se retrasa hasta los 3 años de edad aproximadamente*, porque la conexión con la cavidad peritoneal puede ser muy pequeña y puede que ya se haya cerrado o esté en proceso de cerrarse. El líquido en el hidrocele proviene de la cavidad peritoneal y se absorbe gradualmente si la comunicación se ha cerrado. Si el hidrocele persiste después de este período de observación, suele estar indicada la reparación quirúrgica*.