Las adherencias pueden estar asociadas con infecciones del tracto urinario, humedad perineal, vulvitis e incapacidad para acceder a la uretra*, pero generalmente se descubren de forma incidental en un examen de rutina*.
El tratamiento de las adherencias labiales no está justificado en ausencia de síntomas porque estas adherencias comúnmente se resuelven con el aumento fisiológico de estrógenos en la pubertad*.
Cuando hay síntomas, el tratamiento preferido históricamente ha sido una crema a base de estrógeno aplicada bajo tracción en los labios. Investigaciones más recientes sugieren que la crema de betametasona puede tener la misma eficacia. La necesidad de adhesiolisis es baja debido a la eficacia de la terapia tópica, pero puede ser necesaria tanto en adherencias inusualmente densas como en aquellas que han requerido separación previa*.