Las anomalías auriculares congénitas pueden clasificarse en malformaciones y deformidades. Las malformaciones suelen caracterizarse por pabellones auriculares no desarrollados. Las deformidades se caracterizan por una forma anormal de las orejas sin deficiencias en la piel o en el cartílago del pabellón auricular.
Por lo general, las malformaciones requieren cirugía, mientras que la mayoría de las deformidades pueden corregirse mediante el moldeado de la oreja.
El moldeamiento auricular con dispositivos externos es la terapia no quirúrgica más segura y eficaz para los recién nacidos con deformidades del pabellón auricular.
Con un pronóstico favorable y prácticamente sin complicaciones, el moldeado auricular ofrece la oportunidad de prevenir el malestar psicológico asociado y reducir el coste de una otoplastia quirúrgica posterior en el futuro.
El momento de inicio del tratamiento es el factor más importante para el éxito. Se estima una tasa de fracaso del 50% para el moldeado iniciado después de las 3 semanas de vida. La maleabilidad del cartílago auricular se ve influida durante el periodo neonatal por lo que, el moldeado de la oreja aprovecha la plasticidad del cartílago auricular durante el periodo inicial tras el nacimiento.
La tasa de eficacia alcanza hasta el 100% cuando el tratamiento se inicia en las dos primeras semanas tras el nacimiento.
EVIDENCIA CIENTÍFICA